Casi todas y todos hemos escuchado mensajes como: “Tú eres lo que comes”, “Aliméntate sanamente”, “Una buena alimentación es la base para una vida feliz y saludable”.
Y aunque parezcan frases trilladas, no por eso dejan de ser ciertas. Es un hecho que una buena alimentación puede ayudarte a preservar tu estado de salud. Y ¿a qué nos referimos por buena? Se trata de una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.
Esto es especialmente relevante durante tu embarazo, ya que cuidar lo que comes y, además, CÓMO lo comes, puede contribuir a reducir riesgos y a disminuir las posibilidades de que ni tu bebé ni tú padezcan alguna enfermedad.
Por eso, en esta etapa también debes cuidar que los alimentos que consumes sean seguros; es decir, aquellos que además de cumplir con el objetivo de nutrir a mamá y bebé, no provocarán un problema para la salud de ambos.

Así que, no basta con ser selectiva con lo que comes, también debes asegurarte de cómo lo comes; es decir:
- Para disminuir la posibilidad de infección por listeriosis, una enfermedad muy peligrosa para la mamá y el bebé, lo recomendable es no consumir embutidos crudos y que los alimentos derivados de la leche, como los quesos, estén elaborados con leche pasteurizada.
- No queremos bacterias en nuestros alimentos frescos, ¿verdad? Lava y desinfecta las frutas y verduras que lo requieran, quita toda la tierra que aún guarden por su cultivo.
- Desinfecta, hierve o coloca un filtro para el agua potable que consumes, la calidad del agua que bebes también se relaciona con tu salud.
- Procura que el término de la carne que consumes sea: bien cocida.
- Procura preparar en casa los alimentos y mantengan una estricta higiene para cocinar y comer, así reducirás las infecciones por parásitos. ¡Ah, por cierto! También evita comer pescado crudo como ceviche o sushi, ¡los parásitos también se pueden alojar ahí!
Sumado a lo anterior, recuerda que debes reforzar tu salud con las vacunas que te corresponden, cuidar tu higiene bucal y tomar los suplementos de ácido fólico y hierro.
No olvides que todo lo que represente un bienestar en tu salud, también lo será para tu bebé, ¿vale la pena cuidarse, no lo crees?