Los cambios sociales actuales demandan a nuestros niños mayores capacidades y los pone en un entorno competitivo, en donde lo que podemos hacer es tratar de darles las mayores herramientas para enfrentarse a estas situaciones.
¿Qué es la estimulación temprana?
La estimulación temprana se define como un conjunto de acciones que potencializan al máximo las habilidades físicas, mentales y psicosociales del niño, mediante la estimulación repetitiva, continua y sistematizada. La Organización Mundial de la Salud, dice que el 60% de los niños menores de 6 años no se encuentran estimulados, lo que pudiera condicionar un retraso en el desarrollo de estas 3 áreas.
Se recomienda comenzar desde el desarrollo en el útero (con musicoterapia) y mantenerse hasta los 6 años; en ninguna otra etapa de la vida, el ser humano aprende con mayor rapidez que durante estos primeros años. Aunque no entiendan el significado de lo que ven u oyen, absorben las imágenes que les rodean y las emociones delas personas en quienes confían.
La estimulación temprana le ayudará a los niños para que en futuro les sea más fácil estudiar, se sientan más seguros de sí mismos y se desarrollen de una mejor manera ante el mundo que los rodea. No se trata de una terapia ni de un método de enseñanza formal, es más bien una forma de orientar el potencial y las capacidades de los niños.

Beneficios de la estimulación temprana:
Entonces, la estimulación temprana repercute en los procesos de aprendizaje y áreas del neurodesarrollo de los niños, de la siguiente manera:
- Mejora la capacidad de concentración, memoria y creatividad.
- Impulsa sus competencias psicomotoras.
- Facilita la adquisición del lenguaje.
- Despierta el disfrutar aprender.
- Establece las bases para una rutina de trabajo que le ayudara en la etapa escolar.
- Favorece las habilidades sociales.
- Refuerza su autoestima.
La estimulación temprana se debe aplicar de acuerdo a las capacidades de cada niño ya que no olvides que cada uno se desarrolla a su propio ritmo. Debes ser sensible a la respuesta de tu bebé para saber hasta dónde y cómo administrar los estímulos. Recuerda tu eres la mejor terapista que puede haber para tu bebé. Siempre consulta a tu médico de confianza para que te oriente sobre cómo y cuales ejercicios puedes aplicar a tu bebé.