Los bebés aman y disfrutan mucho del contacto directo con el agua, es una sensación que les brinda mucha satisfacción.
Sin embargo, para la mamá y el papá primerizos pueden existir algunas dudas sobre cómo convertir el baño en una increíble experiencia para toda la familia.
Primero, es importante saber, ¿en qué momento tu bebé está listo para su primer baño? La sugerencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es bañar al bebé por primera vez después de las 24 horas de su nacimiento.
Entre la primera y segunda semana de nacimiento de tu bebé, debido a que aún tiene el muñón del cordón umbilical, puedes darle baños con esponja; es decir, el baño debe ser sin sumergirlo en el agua, sólo limpiando y humedeciendo su cuerpo con una esponja o con un paño húmedo de textura muy suave.
Como sabes, tu bebé requiere mucho cuidado, así que te compartimos algunos consejos para la seguridad en el baño con esponja:
- Recuerda que lo más importante es la seguridad, así que lo primero es encontrar una posición y una superficie que evite una posible caída del bebé.
- Antes de iniciar con el baño, ten a la mano todoooo lo necesario.
- Usa agua tibia.
- Sobre la superficie donde estará tu bebé coloca una manta, ¡así tendrá mayor comodidad!
- El baño debe ser sin jabón, únicamente con agua.
- Mantén la temperatura de tu bebé, envuélvelo en una toalla seca y descubre las partes que vayas lavando.
- Lava bien los pliegues de su cuerpo.
- Comienza por lavar su cara, inicia por sus ojos, que no entre agua a ellos ni a su boca.

Ahora, cuando la zona umbilical ha cicatrizado por completo, es una señal de que tu bebé está casi listo para ser sumergido en agua. Haz la prueba de introducir a tu bebé en su tina, pero si notas que la experiencia no le gusta, regresa a los baños de esponja por 7 o 15 días más.
Tú bebé te manifestará de manera positiva cuando esté listo para el baño normal y cuando sea así, toma nota de los siguientes puntos:
- Usa una tina de plástico rígido, con superficie inclinada y textura para impedir que el bebé resbale.
- Emplea agua tibia, no caliente. Primero coloca el agua en la tina y después introduce a tu bebé.
- La mayor parte del cuerpo y de la cara deben estar por encima del nivel del agua.
- Con una mano, detén su cabeza y con la otra mano ayúdate para verter agua en su cuerpo y mantenerlo calientito o calientita.

La hora del baño es perfecta para reforzar el vínculo entre la mamá, el papá y el bebé. Conforme tu hija o hijo continúe creciendo, podrás incluir algunos juguetes dentro de la tina.
Aprovecha este momento y saca el mayor disfrute, obviamente, reforzando la seguridad y comodidad de tu bebé