Revista No. 6
Julio, 2023
¿Estás en la recta final de tu embarazo? Muy pronto podrás tener en tus brazos a la vida que ha crecido en ti durante todo este tiempo. ¡Muchas felicidades!
Sabemos que es una etapa muy esperada y que seguramente papá y toda la familia están ansiosos por conocer al nuevo integrante, pero de mamá a mamá tenemos que recordarte que sigue siendo muy importante seguir monitoreando tu salud y la del bebé con un adecuado seguimiento médico.
Si tu médico aún no lo ha hecho, te mencionaremos algunas de las complicaciones más comunes durante el tercer trimestre del embarazo.
Preeclampsia
De acuerdo con los especialistas, este padecimiento se caracteriza por presión arterial alta y signos de daño en los órganos de la mamá embarazada. Por lo general puede presentarse después de las 20 semanas de embarazo, aún en mujeres que han presentado valores normales de presión arterial.
Se trata de una complicación que puede poner en riesgo tanto a la mamá como al bebé, por lo que es muy importante un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Los primeros signos suelen detectarse durante las visitas prenatales de rutina y además de la presión arterial alta, algunos de los síntomas pueden ser:
- Dolores de cabeza intensos
- Cambios en la visión, que incluyen pérdida temporal de esta, visión borrosa o sensibilidad a la luz
- Falta de aire, debido a la presencia de líquido en los pulmones
- Dolor en la parte superior del abdomen, por lo general debajo de las costillas del lado derecho
- Náuseas o vómitos
- Exceso de proteínas en la orina u otros signos de problemas renales
- Niveles más bajos de plaquetas en la sangre
- Aumento de las enzimas hepáticas
Diabetes gestacional
Se trata de un tipo de diabetes que aparece durante el embarazo en mujeres que nunca antes padecieron esta enfermedad y, por lo general, es detectada después de la primera mitad del embarazo, por lo que los médicos suelen recomendar la realización de estudios entre las semanas 24 y 28.
La diabetes gestacional puede aumentar las tasas de preeclampsia y parto por cesárea, además de estar relacionada con un peso al nacer mayor a 4 o 4,5 kilos. Este padecimiento también puede tener consecuencias a largo plazo para el bebé, como un mayor riesgo de padecer obesidad y diabetes tipo 2.
Por lo general, la diabetes gestacional no causa signos o síntomas perceptibles, por lo que lo ideal es mantener siempre controlados los niveles de glucosa en sangre materna, con una buena nutrición acompañada de ejercicio.
Aunque cualquier complicación del embarazo es preocupante, es importante que sepas que la diabetes gestacional puede ser atendida con una alimentación saludable, ejercicio y, en casos necesarios, con medicamentos como la insulina para controlar la glucosa sanguínea y mantener tu salud y la de tu bebé.
Placenta previa
La placenta previa es un padecimiento que se produce cuando, durante el embarazo, la placenta cubre total o parcialmente la abertura del cuello uterino, el cual puede generar complicaciones en la etapa final del embarazo y durante el parto.
Cuando se diagnostica en un periodo temprano de la gestación, es posible que la placenta previa se resuelva; en caso contrario, es probable que se requiera el nacimiento por cesárea.
El principal síntoma de este padecimiento es un sangrado vaginal de color rojo brillante, en general indoloro, después de las 20 semanas de embarazo; sin embargo, también puede venir acompañado por contracciones prematuras del útero que causan dolor; y, en ocasiones, se pueden presentar manchas de sangre de forma previa a una mayor pérdida de sangre.
Estas son solo tres de las complicaciones que pueden presentarse en la etapa final de tu embarazo. Recuerda que lo más importante es siempre acudir a las revisiones prenatales con tu médico, mantener una comunicación fluida que te permita resolver todas tus dudas y estar atenta a las señales de tu cuerpo.

