De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a partir de los 6 meses de edad del bebé la leche materna deja de ser suficiente para cubrir las necesidades nutricionales, por lo que es recomendable incorporar alimentos complementarios a la dieta de tu pequeño lactante.
¡Pero ojo! Lo anterior no significa que debas quitar la leche materna o fórmula de la alimentación de tu bebé, se refiere a introducir alimentos con consistencia, variedad de nutrientes y en cantidades apropiadas.
Sobre la alimentación complementaria que requiere tu bebé, existe la técnica conocida como Baby Led Weaning (BLW), la cual se refiere a que el bebé ingiera los mismos alimentos sólidos que come su familia, en las cantidades que él quiera.
Al iniciar la alimentación complementaria, ya sea con BLW o de manera tradicional, es importante que los padres reciban una orientación sobre una dieta nutricional para su bebé. Y, sí o sí, estar al pendiente de la niña o el niño a la hora que ingiere los alimentos para responder ante un atragantamiento.
Ahora sí, ¿cómo empezar con la técnica BWL? Tu bebé debe estar preparado de la siguiente manera:
- Contar con destrezas psicomotoras para sostener y tragar los alimentos.
- Sentarse por su cuenta, con la cabeza erguida sobre sus hombros.
- Poder sostener la comida con la mano y llevarla a la boca.
- Perder el reflejo de extrusión, que se refiere a la expulsión de alimentos no líquidos con la lengua.

¿Qué alimentos puedes comenzar a dar a tu bebé?
Lo recomendable es que ofrezcas alimentos de uno en uno, con intervalos entre días para observar la reacción o posible alergia. Es recomendable introducir alimentos ricos en hierro y zinc. ¡Muy importante! No agregues azúcar, sal u otro condimento y, por nada, fuerces a comer a tu bebé.
Dependiendo de su edad, puedes ir ofreciéndole una mayor variedad de alimentos:
- 6 a 12 meses: cereales, frutas, hortalizas, legumbres, huevo, carne, pollo, pescado, aceite de oliva.
- 12 a 24 meses: leche entera, yogur, queso en pequeñas cantidades a partir de los 9 meses de edad.
- A partir de los 3 años: sólidos con riesgo de atragantamiento como frutos secos enteros, manzana, zanahoria, etc.
Para las frutas y verduras se recomienda variar la forma de presentación; es decir, trituradas, en pequeños trozos o de tamaño mayor al de su puño cerrado y en forma de barrita que pueda chupar y morder con sus encías.
Durante el primer año de vida, evita u ofrece menos del 20% de verduras de hoja verde con niveles altos en nitratos, como acelga o espinaca por riesgo de metahemoglobinemia.
Te recomendamos revisar con tu médico la mejor dieta de alimentación complementaria para tu bebé, así como hacer una selección de los alimentos que puede consumir de manera cruda o cocida, seleccionando el mejor tamaño de ingesta. Entre el médico y tú, tomen la mejor opción de alimentación para tu bebé.