Revista No. 6
Julio, 2023
Seguramente te lo has preguntado alguna vez, sobre todo conforme tus hijas e hijos van creciendo y acercándose a la adolescencia: ¿puedo ser su amiga o debo mantenerme únicamente como su mamá?
Y es que verles crecer desde que no se despegaban de ti hasta una edad en la que comienzan a buscar un poco más de independencia, puede hacerte sentir insegura y con muchos miedos. Esto es normal y como todas las etapas de la vida requiere de nuestra flexibilidad y capacidad de adaptarnos a los cambios que puedan llegar.
Entonces: ¿ser o no ser amiga de tus hijos?
Para responder esta pregunta es importante tomar en cuenta el rol que desempeñamos con nuestras hijas e hijos, así como el modelo de crianza que queremos seguir en nuestra relación con ellas y ellos.
Recuerda que la maternidad y la paternidad además de ser una muy bella y enriquecedora experiencia, también implica una gran responsabilidad en el desarrollo de nuestros pequeños.
En este sentido, el rol que desempeñamos como madres o padres no debería ser abandonado nunca, ya que en todas las etapas de nuestras hijas e hijos es importante que representemos una figura que dé guía, consejos y límites necesarios.
Sin embargo, esto no debería ser confundido con asumir un modelo de crianza autoritario, en el que no fomentemos el tiempo juntos, la confianza y la comunicación con nuestros hijos.
Podemos seguir siendo sus padres, brindándoles cuidados, aconsejándoles y haciéndoles sentir seguros de que estaremos con ellos frente a cualquier problema, pero fortaleciendo una relación en la que se sientan escuchados, apoyados y con la confianza de expresarnos cuando están pasando por alguna dificultad.
Lo importante como mamás y papás es nunca perder la brújula sobre nuestro rol, recordando que la amistad es sobre todo una relación de igual a igual, en la que la complicidad y las experiencias compartidas son la base, mientras que la maternidad y la paternidad debe estar basada en la responsabilidad, la comunicación y la confianza.
Por eso, te dejamos algunos consejos para fomentar una relación sana entre madres e hijos:
- Escucha activa: Cuando tus hijas e hijos quieran hablar contigo, dales tu toda tu atención y muestra un interés genuino en lo que quieren expresarte, sin prejuicios ni haciendo menos lo que están sintiendo en ese momento.
- Comprensión y empatía: Recuerda cuando tenías su edad y pasabas por etapas similares para tratar de entender los sentimientos y perspectivas de tus hijas e hijos.
- Fomenta el tiempo juntos: Realiza actividades que sean de interés para toda tu familia. Pasen tiempo juntos haciendo cosas que les gusten, como juegos de mesa, deportes, arte o cualquier otro pasatiempo que disfruten.
- Honestidd y apertuda: Compartir tus propias experiencias y emociones puede fortalecer la confianza y permitir que tus hijas e hijos te vean como una persona con la que pueden hablar abiertamente.
- Establece límites y normas claras: Si bien es importante desarrollar una relación amistosa, también es fundamental establecer límites y normas adecuadas para la crianza. Estos límites ayudarán a mantener el respeto mutuo y la responsabilidad.