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Lactancia, lo que hay que saber

La mala alimentación durante las primeras etapas del ciclo de vida puede conducir a daños extensos e irreversibles en el crecimiento físico y desarrollo del cerebro. La leche materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Es segura, limpia y contiene anticuerpos que los protegen de muchas enfermedades propias de la infancia.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la lactancia materna inicie en la primera hora de vida, sea el único alimento que consuma el bebé durante los primeros 6 meses de vida y continuarla hasta que tú lo consideres apropiado.  

¿Composición de la leche materna?

La leche materna es una fuente importante de energía y nutrientes para los niños, puede aportar más de la mitad de las necesidades energéticas del niño entre los 6 y 12 meses y un tercio entre los 12 y 24 meses. 


Los componentes principales de la leche materna son:  

  • Grasas: Representan aproximadamente la mitad del contenido energético de la leche; contiene ácidos grasos importantes para el desarrollo neurológico del bebé y que no se encuentran en otras leches.  
  • Carbohidratos: La lactosa es el principal carbohidrato, se encuentra en concentraciones más altas que en la mayoría de las otras leches.  
  • Proteínas: Contiene aminoácidos que la hacen adecuada para el bebé, a diferencia de las leches de origen animal.  
  • Vitaminas y minerales: El hierro y el zinc se encuentran presentes en baja concentración pero con alta biodisponibilidad, de acuerdo a la reserva de la madre.  
  • Factores de defensa: Los anticuerpos presentes evitan que las bacterias penetren en las células del bebé; los glóbulos blancos destruyen microorganismos. 
  • Otros factores bioactivos: Contiene enzimas que facilitan su digestión una vez que alcanza el intestino delgado del bebé. 

Es importante saber que la lactancia materna: 


  • Protege contra la leucemia en la niñez. 
  • Disminuye 60% el riesgo de muerte súbita infantil.  
  • Se asocia de manera positiva con los ingresos. Los adultos que han sido amamantados tiene salarios más altos y alcanzan mayor escolaridad.  
  • Incrementa la inteligencia de los bebés. 
  • Favorece el cuidado del medio ambiente. Es un recurso renovable y es libre de empaque y desechos. 
  • Ayuda a prevenir el sobrepeso y la diabetes tipo 2 en la niñez. 
  • Disminuye el riesgo de la madre de sufrir diabetes tipo 2, cáncer de mama y cáncer de ovario. 
  • Refuerza el vínculo madre-hijo. 
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