En el camino de la maternidad, transitamos por algunas situaciones que tienen algún grado de dificultad, pero que al mismo tiempo son fases de gran aprendizaje. La lactancia puede ser uno de esos momentos debido a molestias en los pezones.
Si este es tu caso: ¡no te estreses ni te angusties, porque todo tiene solución!
Lo recomendable para evitar estas molestias en el pezón es comenzar a preparar la piel desde el embarazo, entre el tercer y cuarto mes podemos iniciar con masajes en el pezón y aureola, humectando la piel y creando elasticidad en la zona, así nos vamos acondicionando para la lactancia materna.
También es importante llevar a cabo una adecuada técnica y postura para amamantar, evitando que tu bebé apriete con sus encías el pezón.
Con una buena posición, tu bebé puede succionar el pecho desde la aureola del pezón, en el siguiente enlace te explicamos con más detalle la técnica: Algunos datos para empezar a amamantar a mi bebé

Pero: ¿Cómo curar las grietas del pezón?
Te compartimos las siguientes recomendaciones para cuidar tu piel y, además, seguir produciendo leche para alimentar a tu bebé:
- Durante algunos días, deja de amamantar a tu bebé con el pecho donde tienes la o las grietas para que la zona comience a sanar.
- Comercialmente existen muchos tipos de extractores de leche, elige el que sea de tu mayor agrado y utilízalo para sacar la leche del pezón que tienes lastimado. Ojo: un extractor de leche no debe causar dolor.
- Al sacar la leche con un extractor, ayudas a tu cuerpo a seguir produciendo leche y evitas el desarrollo de alguna infección o absceso mamario.
- La leche extraída la puedes vaciar en un biberón, guardando únicamente la cantidad en onzas que frecuentemente toma tu bebé, así evitas desperdiciar.
- Ahora, es posible que tu bebé no esté acostumbrado al biberón, así que intenta humedecer la punta del biberón con la propia leche para que tu bebé reconozca el olor, si no te funciona, puedes probar con un gotero o una cuchara pequeña.
- Te sorprenderá saber que tu propia leche ayuda a cerrar las grietas, sólo tienes que lubricar con un poco de leche la zona del pezón, dejar expuesta la piel al aire libre y permitir que seque para curar.
- Una crema de aceite de almendras dulces también te puede ayudar a humectar la piel.
- Limpiar el pecho con agua y jabón, antes o después de amamantar puede causar resequedad en la piel, es recomendable lubricar la zona con la propia leche materna.
¡Muy importante! Hasta que las grietas hayan cicatrizado puedes amamantar a tu bebé con el pecho que estuvo lastimado. No lo hagas antes o no permitirás que sane tu piel.
Recuerda: la lactancia materna es un momento de bienestar para tu bebé y también para ti.
Si tienes alguna molestia mayor, no dudes en consultar a tu médico.