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Derribando mitos sobre el parto en el agua

Derribando mitos sobre el parto en el agua

Desde hace ya varios años, el parto en el agua ha ganado popularidad como una opción de parto alternativa, natural y humanizada.

 

Sin embargo, junto con nueva información sobre esta práctica, también se han incrementado los mitos alrededor.

 

En Mi Bebé en Camino consideramos que es muy importante separar la realidad de la ficción y así lograr que las futuras madres puedan tomar decisiones informadas sobre su propio proceso de parto independientemente del método que elijan finalmente.

 

Te compartimos algunos de los principales mitos acerca del parto en el agua:

 

parto en el agua ha ganado popularidad como una opción de parto alternativa, natural y humanizada.

 

 

Mito 1: El parto en el agua es más peligroso

 

Realidad: Cuando se realiza adecuadamente y es bien supervisado por profesionales de la salud, el parto en el agua es generalmente seguro. Debes saber que existen protocolos establecidos para garantizar la seguridad de la madre y el bebé.

 

Sin embargo, también es importante que sepas que no todas las mujeres son candidatas ideales para el parto en el agua, y la decisión debe tomarse después de una evaluación cuidadosa de la salud materna y fetal, acompañada siempre por tus médicos de confianza.

 

 

Mito 2: El agua puede ingresar al útero y causar complicaciones en los pulmones del bebé

Realidad: Los equipos especializados para el parto en el agua están diseñados para prevenir la entrada de agua al útero. Además, el bebé no comienza a respirar hasta que está expuesto al aire, por lo que la preocupación de que el agua pueda entrar en sus pulmones también es infundada.

 

Los profesionales de la salud monitorean de cerca la temperatura y la calidad del agua para garantizar un ambiente seguro en todo momento.

 

 

Mito 3: El parto en el agua prolonga el trabajo de parto

Realidad: No hay evidencia concluyente que respalde la afirmación de que el parto en el agua prolonga el trabajo de parto. De hecho, algunas mujeres informan que el agua proporciona alivio del dolor y contribuye a un proceso de parto más relajado.

 

Cada experiencia es única, y la duración del trabajo de parto depende de diversos factores, así como de la guía del equipo de profesionales de la salud, que deberán estar listos para tomar las decisiones más adecuadas para mamá y recién nacido.

 

 

Mito 4: El parto en el agua es una moda “hippie” del parto

Realidad: El parto en el agua es una opción válida para mujeres de diversos antecedentes y preferencias. No está limitado a un grupo demográfico específico. Muchas mujeres eligen el parto en el agua por sus beneficios potenciales en términos de alivio del dolor y relajación, independientemente de su enfoque general hacia el parto.

 

 

Mito 5: No se pueden usar medicamentos durante el parto en el agua

Realidad: Aunque el parto en el agua promueve un enfoque natural del parto, esto no excluye la posibilidad de utilizar medicamentos para aliviar el dolor.

 

Cada mujer tiene la opción de recibir alivio farmacológico según sus necesidades y preferencias, incluso si elige dar a luz en el agua.

 

En conclusión, el parto en el agua es una elección personal y familiar. Sin embargo, es esencial abordar los mitos que lo rodean para que las mujeres embarazadas tomen decisiones informadas basadas en hechos y no en datos erróneos.

 

Lo más importante es siempre contar con el acompañamiento, asesoría y monitoreo de las y los profesionales de la salud y tomar decisiones informadas.