¡Lo sabemos! La llegada de un bebé está acompañada de una sensación de felicidad e ilusión por la alegría que representa saber que una nueva vida llegará a nuestra familia; sin embargo, es muy probable que también llegue algún momento de duda y reflexión para la mamá y el papá.
Preguntas como “¿será este el mejor momento?”, “¿voy a poder con un bebé?”, “¿estoy preparada o preparado?”, son interrogantes que probablemente estén en la mente de la mamá y el papá causando inestabilidad emocional.
Todo esto es completamente normal, debido a que se viven cambios en la vida y en los hábitos, y estas alteraciones pueden provocar o incrementar la incertidumbre e inseguridades.
Sumado a esto, las emociones de la futura mamá se ven afectadas por los procesos hormonales que se experimentan durante el embarazo. Incluso, se puede pasar bruscamente de la felicidad a la tristeza o tener hipersensibilidad a situaciones que anteriormente no se percibían.

¡No hay por qué alarmarse!
Esto se debe a los niveles de progesterona y estrógenos que intervienen en el funcionamiento de los neurotransmisores del cerebro.
Los cambios emocionales de la mamá y el papá serán cambiantes y pasajeras, pero si los siguientes síntomas persisten por más de 15 días, es necesario consultarlo con su médico o un especialista:
- Alteración del apetito.
- Depresión, miedo y ansiedad.
- Sentido de culpa.
- Falta de motivación y disfrute.
- Pensamientos sobre la muerte.
- Mayor estrés y sensación de inseguridad.
- Mal humor e irritabilidad.
Algunos consejos para elevar el estado de ánimo ante la espera de un bebé son:
- Tomar conciencia de que durante el embarazo se experimentan pensamientos y emociones variantes y que son completamente naturales. Este entendimiento les ayudará a relajar su mente cada que aparezcan emociones que no les hagan sentir bien.
- Cuando se sientan con el ánimo bajo y la incertidumbre llegue a ustedes, platiquen uno al otro sobre tus sentimientos, esto también ayudará a reforzar los lazos de comunicación y confianza de la pareja.
- Encuentren un tiempo y espacio para disfrutar juntos o, de manera independiente, lo que les gusta: escuchar música, divertirse con una serie favorita, pasar tiempo con sus amigos o familia, descansar, ¡hagan lo que más les guste!
Recuerden que la salud mental y emocional es igual de importante que la salud física y también juega un papel fundamental en el desarrollo, bienestar y salud de tu bebé.
Por eso, vale la pena enfocarse en el bienestar emocional y dejar a un lado la intranquilidad innecesaria.
En caso de requerir ayuda no lo duden, acérquense a un especialista para poder superar la situación.
