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¿Cortar el frenillo de la lengua de los bebés? Conoce los riesgos

Agencia AFP

La frenectomía cada vez se ha vuelto más popular ya que supuestamente facilita la lactancia del recién nacido. Se trata de una intervención que dura un segundo y se hace con un escalpelo o un láser para cortar el frenillo situado en la parte inferior de la lengua del bebé.

 

Cada vez más padres piden esa operación para sus hijos, una medida que los médicos consideran ineficaz. “Cabe preguntarse sobre el aumento espectacular, en Francia y en todo el mundo, de la frenectomía lingual” en los bebés, alertó a finales de abril la Academia de Medicina francesa.

 

Al cortar ese diminuto apéndice debajo de la lengua, teóricamente el recién nacido puede lactar con más facilidad. Pero en realidad es “un gesto agresivo y potencialmente peligroso para los recién nacidos o los bebés”, insiste la Academia de Medicina.

 

La moda “empezó probablemente en Estados Unidos y en Canadá y luego se extendió”, aseguró Virginie Rigourd, pediatra del hospital Necker en París, especializado en la atención a los niños.

Según la doctora Rigourd, ese tipo de operación la llevan a cabo dos tipos de especialistas, sin un título médico propiamente dicho: los osteópatas y los consejeros de maternidad.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda oficialmente la lactancia materna, y algunos padres se toman ese consejo al pie de la letra.

La lactancia puede ser dolorosa para las madres, durante largos meses.

 

Pero los especialistas que realizan esas operaciones también presentan otras supuestas ventajas a los padres inexpertos: evitar problemas de pronunciación o aparentes problemas digestivos.

 

La frenectomía es una respuesta simplista a esos problemas. “No hay ningún estudio que haya podido demostrar que la frenectomía lingual permita una mejor lactancia a largo plazo” adviertió un informe de una organización independiente, Cochrane, que asegura que cuenta con más de 28 mil voluntarios que recopilan información médica en todo el mundo.

 

Aún más inquietante es el hecho de que algunos padres se dejan convencer de la utilidad de esta pequeña amputación a pesar de que su recién nacido parece perfectamente capaz de amamantarse por sí solo.

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