Además de los cuidados en la alimentación de tu bebé, el descanso, sueño o el cambio de pañal, procurar una higiene habitual ayudará al crecimiento de una niña o niño sano.
Probablemente tienes muchas dudas sobre cómo fortalecer adecuadamente la higiene de tu bebé y, ¡te entendemos! Es súper importante hacerlo bien para evitar la aparición de infecciones, hongos o dermatitis en el cuerpo de un bebé con una piel sensible que se exterioriza en un nuevo mundo.
Pero no te preocupes, una vez que sepas cómo hacerlo, con la práctica habitual estarás reforzando a una mamá y un papá expertos en la higiene de su bebé:
1.Baño
Bañar a tu bebé es importante para su salud pero tampoco es necesario hacerlo todos los días, no es habitual que transpire o se ensucie demasiado para tener un baño completo con una frecuencia diaria. Bañar a tu bebé tres veces por semana durante su primer año, podría ser suficiente, el baño con más frecuencia podría resecar su piel. En vez de ello, mantén una rutina de higiene para cada parte de su cuerpo.
Tu bebé requerirá un baño de esponja o un baño sumergido en agua de acuerdo a si ha perdido el cordón umbilical o aún no. Para saber más sobre cómo bañar a tu bebé y consejos de seguridad para el baño, haz clic ¿Cómo bañar a tu bebé?
2.Pañal
Haz el cambio de pañal constantemente para mantener la piel seca y si usas toallitas húmedas, asegúrate que sean especiales para bebé. Hacer el cambio de pañal evita que las heces tengan contacto con los genitales.
Si tu hija o hijo tiene dermatitis por el pañal y estás usando una crema especial para las rozaduras: deja la piel al aire algunos minutos, antes de ponerle el siguiente pañal limpio.
3.Genitales
En el caso de las niñas los genitales se deben limpiar de adelante hacia atrás, de esta manera no se lleva hacia la vulva las bacterias de la zona anal. En los niños, el pene se limpia sin retroceder el prepucio. Y si debes aplicar alguna crema en los genitales, sólo hazlo de forma externa, sin separar los pliegues de la zona genital.
4.Uñas y manos
Limpia las manos de tu bebé cuando sea necesario, la mayoría de los bebés llevan constantemente las manos y dedos a la boca y, si no están limpios, podría ser un problema para su salud.
Además, mantener las uñas de tu bebé cortas y limpias es importante para evitar que se rasguñe y guarde suciedad en ellas. Te recomendamos usar tijera o cortaúñas especiales para bebés, con punta redonda o una lima suave, teniendo cuidado de no cortar de más y lastimar la piel de los deditos. Si a tu bebé le resulta desagradable el corte de las uñas, un buen momento es cuando esté durmiendo o después del baño, cuando está más relajado.

5.Nariz
Para limpiar nariz de tu bebé lo más recomendable es no usar cotonetes o bastoncillos de algodón, porque pueden empujar las mucosidades hacia adentro y esto puede ser una complicación para tu hija o hijo, dado que de recién nacidos sólo respiran por la nariz.
Consulta con tu médico cómo descongestionar la nariz de tu bebé, existen algunos productos de agua de mar o suero fisiológico que, apoyándote de un aspirador nasal especial para este uso, son una buena opción para que tu bebé respire bien. Un buen momento para limpiar el interior de su nariz es después del baño, cuando la mucosidad se ha reblandecido y tu bebé está tranquilo.
6.Orejas y oídos
Al bañar a tu bebé, recuerda lavar la parte trasera de las orejas y, si tu hija tiene aretes, rótalos de vez en cuando y limpia la parte en contacto con su piel, de esta manera también notarás si tiene alguna irritación. Para la orejas puedes ayudarte de cotonetes o hisopos de algodón, con ellos limpia únicamente la parte externa.
En el caso de los oídos, la mejor opción es emplear una toallita para limpiar el exceso de cera, sin introducir demasiado la toalla o un hisopo al interior del oído o, podrías tapalo. Si notas que durante los primeros días de nacimiento de tu bebé, tiene bastante cera, ¡no es tema de preocupación! Los bebés recién nacidos producen más cera en sus oídos para protegerse de infecciones externas.
7.Ropa
Si tu hija o hijo tiene la ropa sucia o húmeda, ya sea por un escape de pipí, por leche o comida derramada, lo ideal es que no dejes pasar más tiempo y hagas el cambio por ropa limpia y seca. La piel de tu bebé es muy delicada y debemos evitar que se irrite1.
Algunos de los anteriores hábitos de higiene se comienzan a realizar por parte de la mamá y el papá y, a medida de que la niña o el niño crezcan, se irán inculcando en la práctica de la infancia para acompañarlos toda la vida.
Si te es posible incluir mimos y juego en el hábito de la higiene de tu bebé, harás de la práctica un momento agradable y de paso, también fomentarás emociones positivas.