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Aprendiendo a ser mamá y papá antes del embarazo

Si ya has tomado la decisión o estás pensando en dar el salto hacia la maternidad o la paternidad, seguro te has preguntado algo como: “¿Voy a ser una buena mamá?” “¿Cómo sabré si estoy educando adecuadamente a mis hijas o hijos?” “¿Estoy verdaderamente listo para asumir este nuevo rol en mi vida?”.


La buena noticia es que todas esas preguntas no solo vienen a tu cabeza, sino a la de todas y todos quienes estamos por vivir la experiencia de ser mamás o papás por primera vez.


Y es que todos tenemos la aspiración de lograr nuestra mejor versión para ser una excelente mamá o un increíble papá. Por eso, es probable que al considerar traer un bebé a nuestra vida las respuestas a estas preguntas se conviertan en un modelo para mejorar o un temor constante de repetir patrones que sabemos que no queremos que nuestras hijas e hijos tengan que vivir.


En este proceso queremos decirte algo: No todo será perfecto. Sin embargo, debes saber que así como todas tus experiencias han influido en tu vida, la forma en que, como mamás y papás reaccionamos y respondemos a las emociones de nuestros hijos/hijas influye de manera determinante en su desarrollo.  


Existen cuatro estilos de crianza y aquí te los presentamos:

  • Autoritario. Al controlar el comportamiento de los hijos/hijas, los padres son inflexibles y severos, dado que exigen reglas de obediencia y poseen una elevada autoridad. Los castigos son la manera de controlar. Lo que provoca niños/niñas irritables, aprensivos, temperamentales e inseguros.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                
  • Permisivo. La falta de exigencia a los hijos/hijas también es contraproducente en su desarrollo, porque no aprenden un comportamiento adecuado a las situaciones. Teniendo niños/niñas rebeldes, impulsivos, agresivos, con dificultades para relacionarse sanamente.
  • Pasivo o negligente. La indiferencia, ausencia y rechazo a los hijos/hijas por parte de la mamá y el papá, puede provocar en los niños/niñas poca autoestima y ambición, así como la necesidad de buscar y copiar patrones inapropiados en otras personas.
  • Democrático o con autoridad. Las mamás y papás cuentan con una actitud entre la exigencia y la sensibilidad. Ofrecen cariño y apoyo a sus hijos/hijas, creando límites firmes, diálogos y razonamientos. Los niños/niñas autónomos tienden a ser cooperativos, autónomos y aptos a las circunstancias de la vida.                                     

La llegada de un bebé representa cambios y transformaciones en los roles personales, de pareja y familiares. De igual manera, conforme el bebé crezca deberá adaptarse a la familia y contribuir en las prácticas del hogar. El ser mamá y ser papá será una evolución constante.

 

El aprender a ser mamá y papá, requiere del compromiso de ambos y es primordial que antes de la llegada del bebé trabajen en proveer amor, cariño, respecto, comprensión y apoyo en el hogar.

 

Ninguna madre y ningún padre nacen sabiendo el rol que les corresponde en la crianza de sus hijos, no existen mamás y papás perfectos; sin embargo, durante el camino, pueden ir trabajando la versión que desean ser para ellos mismos y sus hijas e hijos. 

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